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Ola a todos! Xa estamos aquí dispostos a continuar os intercambios con vós. E para isto os do Club de Lectura vamos seguir co mundo dos contos: publicaremos periodicamente no blog (tamén nas vidrieiras da entrada do IES) algunha historia que nos guste. Contamos coa vosa colaboración, como sempre...

LAS CIUDADES Y LOS INTERCAMBIOS. 1

Ítalo Calvino (Italia, 1923-1985)


A ochenta millas de proa al viento maestral, el hombre llega a la ciudad deEufemia, donde los mercaderes de siete naciones se reúnen en cada solsticio y en cada equinoccio. La barca que fondea con una carga de jengibre y algodón en rama volverá a zarpar con la estiba llena de pistacho y semilla de amapola, y la caravana que acaba de descargar costales de nuez moscada y de pasas de uva ya lía sus enjalmas para la vuelta con rollos de muselina dorada. Pero lo que impulsa a remontar ríos y atravesar desiertos para venir hasta aquí no es solo el trueque de mercancías que encuentras siempre iguales en todos los bazares dentro y fuera del imperio del Gran Kan, desparramadas a tus pies en las mismas esteras amarillas, a la sombra de los mismos toldos espantamoscas, ofrecidas con las mismas engañosas rebajas de precio. No solo a vender y a comprar se viene a Eufemia sino también porque de noche, junto a las hogueras que rodean el mercado, sentados sobre sacos o barriles o tendidos en montones de alfombras, a cada palabra que uno dice -como "lobo", "hermana", "tesoro escondido", "batalla", "sarna,", "amantes"- los otros cuentan cada uno su historia de lobos, de hermanas, de tesoros, de sarna, de amantes, de batallas. Y tú sabes que en el largo viaje que te espera, cuando para permanecer despierto en el balanceo del camello o del junco se empiezan a evocar todos los recuerdos propios uno por uno, tu lobo se habrá convertido en otro lobo, tu hermana en una hermana diferente, tu batalla en otra batalla, al regresar de Eufemia, la ciudad donde se cambia la memoria en cada solsticio y en cada equinoccio.

Las ciudades invisibles (Le cittá invisibile,1972), trad. Aurora Bernárdez,

Barcelona, Minotauro, 1983, págs. 44-49

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ola queridos amigos de Landra! Vexo que comezades o ano con iniciativa. Espero que vaia todo moi ben pola biblioteca(aínda que con vos a dúbida ofenda), e polo instituto claro. Tamén espero que os alumnos que vos tocaran sexan mellores de aguantar en clase ca min.
Acordome moito de vos,e espero ir algun dia ler persoalmente estas historias o insti ademais de facervos unha visitiña.

Un bico moi grande a todos. RAMÓN

P.D. Xa me dixeron uns paxariños da alameda que vos viran en santiago en certa protesta fai uns dias! Unha pena que non nos viramos.

Anónimo dijo...

Ola Ramón! Non sabes como vos botamos en falta! Que sorte teñen os de Santiago de tervos como alumnos e compañeiros! Fainos ilusión que sigades participando no blog como os fillos que marcharon de casa pero seguen sendo fillos...
As nosas portas seguirán abertas para todos os que voastes, pero moi especialmente para ti.Bicos e saúdos para ti e para os demais.

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